El ataque a un convoy de transporte de tropas al norte de Bagdad provocó ayer la muerte de al menos tres soldados estadounidenses y varios heridos. Aunque EE UU mantenía anoche el silencio sobre las víctimas -que sólo rompe después de comunicárselo a las familias-, otras fuentes hablaban incluso de ocho muertos.
El ataque fue más complejo de lo habitual. Un explosivo estalló al paso del convoy e incendió un camión en el que viajaban 10 soldados estadounidenses. Tras la explosión, los soldados fueron atacados con granadas y disparos de fusil. Los testigos hablaban de varios soldados con graves quemaduras.
La emboscada se produjo horas después de que las tropas mataran en Faluya a un niño de 14 años al disparar contra los invitados a una boda que celebraban a tiros la ceremonia.
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de septiembre de 2003