El pasado 18 de mayo, en un estudio de televisión, el diputado, ex alcalde de Toulouse y actual presidente del Consejo Superior del Audiovisual (CSA), Dominique Baudis, se declaraba "víctima de una espantosa maquinación" hasta ese momento desconocida por la opinión pública. Baudis quería anticiparse al rumor, a las acusaciones de dos antiguas prostitutas (Patricia y Fanny) que le implicaban en un asunto de asesinato, violación y torturas vinculado a la figura de Patrice Alègre, un proxeneta encarcelado por haber asesinado a varias mujeres. Tras cuatro meses de revelaciones y de acusaciones cada vez más graves, Baudis ha logrado probar que es inocente.
El día 20 de noviembre de 1990, al mismo tiempo que se suponía violaba a Patricia en compañía de Alègre, Baudis estaba en el Parlamento, filmado por las cámaras de seguridad. Fanny, que le reprochaba prácticas sado-masoquistas y decía haberle oído ordenar la muerte de una travestido, reconoció ayer que en su vida ha visto a Baudis.
Si Dominique Baudis ha recuperado la respetabilidad que algunos medios pusieron en duda, ni la justicia ni la policía y ni la gendarmería de Toulouse salen bien libradas de este embrollo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de septiembre de 2003