Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
FÚTBOL | Cuarta jornada de Liga

Raúl se retira en el descanso con un golpe en la cadera

Los médicos dijeron a la postre que no parecía nada grave, pero un golpe dejó a Raúl fuera de combate a unos minutos del final del primer tiempo. El capitán del Madrid cojeaba. En una fase de juego detenido miró a Zidane y le hizo un gesto, como diciendo: "No puedo más". En el descanso, el técnico, Carlos Queiroz, le sustituyó por Guti. El cambio desarmó al Madrid, que atravesó un calvario cada vez que perdió la pelota hasta que Beckham solucionó el partido con su primer gol en Liga a balón parado.

Según los médicos madridistas, Raúl no tendrá problemas para jugar el próximo partido de Liga, el próximo sábado en Mestalla, ante el Valencia. Pero ayer su ausencia provocó cierta inestabilidad.Guti, colocado en la banda izquierda por Queiroz, se vio en dificultades. Lo habitual en Guti cuando se ata a la banda.

"De cara al futuro tenemos que controlar más el balón", proclamó Queiroz después del partido.

Si no duró más la zozobra del Madrid fue porque ayer, en la quinta jornada del campeonato, Beckham metió su primer gol de falta directa en partido oficial con el Madrid -lo había hecho durante un amistoso, en Japón-.

Todo comenzó con una falta al borde del área del Málaga, sobre el palo izquierdo de Arnau. Allí acudieron Beckham, Figo, y Roberto Carlos como un tiro. Por un momento, por sus ademanes febriles, dio la impresión de que se disputaban el lanzamiento. Hablaron. Beckham se colocó en paralelo a un metro del balón, por la izquierda. Figo del otro lado, perfilado para su zurda. Y Roberto Carlos se paró de frente, como para reventar la barrera. El inglés discutió con el árbitro, reclamando más distancia. Se concentró, tocó para Figo, y el portugués acomodó la pelota. ¿Le pegó Roberto Carlos? No. Roberto Carlos se quedó de piedra. Le pegó Beckham. Al segundo palo, y gol.

Había logrado el tanto -fallo de Arnau mediante- frente a unos 1.000 aficionados ingleses. Buena parte de la colonia británica de la Costa del Sol. El ex volante del Manchester se mostró a gusto, a pesar de las botellas, las latas y los rollos de papel higiénico que le arrojaron los hinchas locales a la cabeza cada vez que acudió al córner.

En Inglaterra, ciertos tabloides aseguran que Beckham y su esposa, Victoria, son un matrimonio en crisis. Ella -dicen- no quiere vivir en Madrid. Ayer había un debate al respecto en la BBC. Pero por lo que se vio en Málaga, Beckham cada día está más adaptado. "El gol de hoy me hace feliz", aseguró el jugador, que se queda en todos los entrenamientos a ensayar lanzamientos.

"Debo agradecérselo a mis compañeros, que engañaron al portero", aclaró.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de septiembre de 2003