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Una aliada de Putin, favorita para gobernar San Petersburgo

Valentina Matvienko, primera mujer que encabezará una de las 89 regiones de Rusia

Valentina Matvienko, de 54 años, es clara favorita para ser la próxima gobernadora de San Petersburgo, segunda ciudad de Rusia, y la primera mujer que se coloca a la cabeza de una de las 89 administraciones territoriales del país. La candidata preferida del presidente Vladímir Putin obtuvo un 48,61% de los votos, según los resultados oficiales parciales difundidos anoche, con lo que podría tener que celebrarse una segunda vuelta.

En segundo lugar quedó Anna Márkova, vicegobernadora y principal antagonista de Matvienko, que obtuvo un 16% de los votos, casi el doble de los pronósticos. De confirmarse estos primeros datos oficiales, obtenidos con el 90% de los votos escrutados, las dos candidatas tendrían que medir sus fuerzas en una segunda vuelta dentro de dos semanas. El tercer clasificado no fue un candidato, sino la opción contra todos, que habría obtenido cerca de un 12%.

La sorpresa de la jornada fue la escasa participación, que rondaba el 24,5% a las ocho de la tarde (dos horas menos en la España peninsular), cuando faltaba una hora para el cierre de los colegios. Dada la intensidad de la campaña y de las facilidades para votar, la baja participación es un claro síntoma de indiferencia y apatía. En anteriores comicios, la participación nunca estuvo por debajo del 40% en la ciudad de Putin.

Matvienko, que fue vicejefa del Gobierno responsable de Asuntos Sociales, actuaba desde junio como representante de Putin en la región noroccidental de Rusia. Su victoria significaría que San Petersburgo será gobernada en armonía con los impulsos de Moscú y, por lo tanto, podrá beneficiarse más de la buena disposición del presidente para contribuir a su desarrollo, señalaba una fuente integrada en el equipo de la gobernadora. Hasta junio, San Petersburgo estuvo gobernada por Vladímir Yákovlev. Tras ser convencido por Putin de la conveniencia de dejar el cargo antes de concluir su mandato, Yákovlev se fue a Moscú como vicejefe del Gobierno ruso.

La campaña que concluyó ayer estuvo plagada de irregularidades, que la comisión electoral pasó por alto cuando favorecían a Matvienko. "El presidente puede incumplir la ley y no hay a quien quejarse", señala Daniil Koziubinski, un periodista de Peterburgskaia Línia, una revista electoral de oposición, que para poder criticar a Matvienko sin transgredir la restrictiva legislación electoral se refirió a ella como "Alevtina Moskienko". Las autoridades centrales se han empleado a fondo a favor de la favorita del Kremlin. Candidatos con posibilidades de éxito fueron persuadidos de que era mejor no presentarse y los intelectuales críticos recibieron convincentes llamadas del Ministerio de Cultura.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de septiembre de 2003