Los 32 bancos acreedores de Alstom aprobaron ayer el plan de salvamento financiero del grupo, propuesto por el Gobierno de París y que ahora está claramente bajo el control de la Comisión Europea. Ningún problema para que París apoye al grupo industrial con 800 millones de euros, bajo la forma de suscripción de deuda y que podría convertirse en parte en acciones si lo aprueba la Comisión Europea. El presidente de Alstom, Patrick Kron, confirmó que el grupo "reducirá su perímetro" para asegurar la viabilidad industrial en el futuro, por medio de un proyecto cuya presentación a los accionistas está prevista para el 28 de noviembre.
Mario Monti en persona anunció que el contenido del pacto sería facilitado por el ministro francés de Economía, Francis Mer. Pero éste último se limitó a expresar su confianza en que la dirección de Alstom sabrá enderezar el rumbo de la empresa. En respuesta a una pregunta, el ministro descartó un apoyo estatal indirecto por medio de pedidos de trenes y centrales energéticas: las empresas estatales de ferrocarriles (SNCF) y de electricidad (EDF).
"Alstom se ha salvado", proclamó a su vez el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, durante una visita a la ciudad de Nancy. El grupo Alstom tiene actualmente 75.000 asalariados en Europa, de ellos 28.000 en Francia, 14.000 en Reino Unido, 11.000 en Alemania y 2.700 en España. Su plan de salvamento obligará a recortar, como mínimo, 7.000 empleos.
Los bancos aportarán en conjunto 2.400 millones de euros, con la precisión de que siete entidades francesas se harán cargo de 1.400 millones y los otros 1.000 millones quedan repartidos entre 25 bancos extranjeros.
Esas cifras se unen a la contribución estatal de 800 millones de euros en las condiciones previstas por Bruselas. De esa cantidad, los primeros 300 millones se harán bajo la fórmula de "deuda subordinada" a 20 años, es decir, reembolsable después de las demás deudas de la empresa; ese tramo podrá convertirse finalmente en capital si así lo aprueba la Comisión Europea. Los otros dos tramos, de 200 y 300 millones, serán también de deuda subordinada, pero no reembolsables en acciones.
El total del plan se eleva a 3.200 millones de euros, 400 más de lo previsto. El suplemento corresponde íntegramente a las cantidades atribuidas al Gobierno y a los bancos franceses. A ello se agregan una línea de cauciones y de garantías avaladas en gran parte por el Estado, para superar los problemas más acuciantes de tesorería y de los fondos propios.
El grupo Alstom, con una deuda de más de 5.000 millones de euros, habrá de vender activos para hacer frente a vencimientos importantes en 2004. Kron dijo ayer que el grupo pérdió 500 millones de euros en los seis últimos meses, con un retroceso del 25% en la cartera de pedidos.
Por su parte, la filial de la empresa en España afirmó ayer en un comunicado que el ajuste de empleos anunciado por el grupo hace algunos meses, "sólo tendrá en España un impacto limitado y en el área de generación de energía".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de septiembre de 2003