Un día antes de que se cumplieran 30 años desde que Víctor Jara apareciera acribillado en una fosa común, tras haber sido torturado en el Estadio de Chile por los esbirros de la dictadura de Pinochet, salió a la calle El derecho de vivir en paz, una antología de 45 de sus temas más emblemáticos en un doble CD, al que acompaña un DVD con un estremecedor documental biográfico inédito, que narra su historia y la de Chile.
Su viuda, Joan Jara, aprovechando una estancia en España, ha sido quien ha servido de voz ahora para presentar esta herencia en sonidos y poesía sobre uno de los último creadores musicales populares y comprometidos más importantes. Joan, ex bailarina británica de la que el cantante, compositor, director artístico y actor, autor y director de teatro, se enamoró cuando ambos interpretaban Carmina Burana en un teatro chileno, no esconde, cuarenta años después, la emoción de sus ojos al recordar su figura musical: "Para él su guitarra era lo primero. Tocaba en su habitación y sus primeras canciones eran casi totalmente autobiográficas".
Sin embargo, con el paso de los años, los cambios sociales que se estaban produciendo en Chile y el encuentro con los Parra -los hijos de la cantante Isabel Parra- en el año 65, Víctor pasó a formar parte de un enorme movimiento cívico y social que desembocó en el partido Unidad Popular y la elección de Salvador Allende en 1970. Joan recuerda: "Víctor quizá era uno de los más combativos, de aquellos que hablaban de las cosas como son; y bastante arriesgado en el aspecto musical para su época. Fue popular antes de que los medios de comunicación se ocupasen de él. Cuando ganó en el año 69 el Primer Festival de la Canción Popular Chilena fue cuando nació este canto que es todo un movimiento, en el que también estaban Quilapayún, Inti Illimani, Isabel y Ángel Parra". Hasta entonces, Jara se había desarrollado como folclorista recuperador de las canciones populares y autor de temas basados en la propia experiencia. "A partir de ese momento", explica Joan Jara, "formó una identidad común con el Gobierno de la Unidad Popular de Allende, reflejando en sus canciones sus problemas y avances. En las últimas canciones de Víctor se presiente lo que iba a pasar. Sus canciones salían de su vida".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de septiembre de 2003