En su repetición, Jorge López mostró su faceta de lidiador. Con aseada larga cambiada recibió a porta gayola a su manso primero, que saltó dos veces al callejón. Gustándose y transmitiendo realizó una valiente faena. Con técnica y conocimiento lidió a su difícil segundo que desarrolló sentido.
Por no darle Juan Luis Silis la distancia requerida a su primero, un noble y codicioso ejemplar, éste estuvo por encima de él. Lo despachó de un estoconazo. Con desenvoltura capoteó a su alegre segundo y en su quite interpretó vistosas zapopinas, lances a los que El Juli rebautizó con el nombre de lopesinas tras haberlas visto ejecutar aquí en México. En su trasteo, con templaza corrió la mano de aquí a allá. José Gómez Palomo no aprovechó el extraordinario son de su primero. La novedad de este debutante es que despacha a sus enemigos con el acero en la mano izquierda. En su segundo, el guanajuatense se ajustó en sus gaoneras. Con quietud hizo que el débil oponente pudiera terminar el recorrido.
Playa / Silis, López, Gómez
Novillos de La Playa: presentables y estilos diversos. Juan Luis Silis: silencio; petición y al tercio. Jorge López: oreja; aviso y aplausos. José Gómez Palomo: división; aplausos. Monumental Plaza México, 21 de septiembre, cuarta novillada, mala entrada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de septiembre de 2003