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EE UU detiene a un segundo militar acusado de espionaje en Guantánamo

Un traductor de la fuerza aérea de EE UU en la base de Guantánamo (Cuba) fue acusado ayer de espionaje, traición y ayuda al enemigo, cargos que conllevan la pena de muerte. El militar, Ahmed Al Halabi, ha sido uno de los traductores de árabe durante los interrogatorios a los 660 detenidos talibanes y de Al Qaeda. Su caso, al igual que el del capellán musulmán arrestado el pasado fin de semana, son parte de una amplia investigación sobre espionaje y ayuda al enemigo que se está realizando en la base naval norteamericana.

El Pentágono desconoce si se trata de una conspiración, lo cual implicaría que Al Qaeda ha logrado penetrar la remota base norteamericana, o si son intentos aislados. Fuentes allegadas a la investigación señalaron anoche que esperan hacer más arrestos.

Al Halabi fue detenido el 23 de julio al bajarse del avión que lo trasladaba de Guantánamo a una base militar en Jacksonville (Florida). Le empezaron a vigilar al descubrir que guardaba información secreta en su ordenador portátil sobre los detenidos, los interrogatorios y las instalaciones del Campo Delta, donde EE UU mantiene recluidos en un limbo judicial desde hace casi dos años a prisioneros de la guerra contra el terrorismo. Ayer fue formalmente acusado de 32 cargos: ocho por espionaje, tres por ayudar al enemigo, once por dedobedecer la ley, nueve por falso testimonio y uno por fraude bancario.

Su juicio tendrá lugar en las próximas semanas, aunque la fecha exacta y el lugar no han sido revelados. Los fiscales castrenses pueden solicitar la pena de muerte por los delitos de espionaje y ayuda al enemigo, pero sólo podría ser condenado si los 12 miembros del jurado llegan a un veredicto unánime. Al Halabi cuenta con un equipo de abogados de oficio militares.

Los portavoces del Pentágono dijeron ayer desconocer si Al Halabi y el capellán musulmán Yosef Yee, tenían algún tipo de complicidad. Yee fue detenido hace doce días con documentos secretos a los que en teoría no debía tener acceso, entre ellos la lista completa de los nombres de los detenidos y de sus interrogadores de la CIA, la DIA y el FBI, así como mapas de la base naval y diagramas de las celdas.

A Yee no le han formulado cargos pero permanece en confinamiento solitario en una cárcel militar de Carolina del Sur. Al Halabi está bajo custodia militar en la base de Vandenberg en California.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de septiembre de 2003