Miguel Ángel M. G., el joven de 27 años acusado de intentar matar con una catana a un amigo, que finalmente murió tras arrojarse por la ventana por miedo al agresor, aseguró ayer que no recordaba nada de lo sucedido ese día. Así lo puso de manifiesto durante la primera sesión del juicio que se sigue contra él en la Sección Decimosexta de la Audiencia Provincial de Madrid.
El fiscal pide para él seis años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa. La acusación particular, ejercida por la familia de la víctima, reclama 17 años de cárcel, y la defensa, la absolución.
Durante el breve interrogatorio al que fue sometido por las partes, Miguel Ángel sostuvo que no lograba acordarse de lo ocurrido el día de autos, y dijo que el primer recuerdo que tenía era el de su ingreso en la prisión de Soto del Real, donde permanece en situación preventiva desde septiembre de 2001.
Al ser preguntado sobre las horas inmediatamente anteriores a la muerte de su amigo, el inculpado dijo que coincidió con él durante la celebración de un cumpleaños en La Cubierta de Leganés. Confesó que en dicha fiesta consumió cocaína, whisky y una pastilla de éxtasis. Precisó, asimismo, que no estaba habituado a ingerir pastillas -aunque sí cocaína y alcohol-, y achacó "todo" lo ocurrido a las drogas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de septiembre de 2003