"Más que las causas, lo que ha de interesarnos del terrorismo son sus efectos". Esto nos lo regala Ánsar. Brillante, ¿verdad? Hay que interesarse por los efectos, no sabemos muy bien por qué; nuestros políticos no acostumbran a fudamentar nada. Pero, vamos, que eso de ir a las causas... ¡Qué barbaridad!
Menos mal que ha venido nuestro aspirante a estadista del año a rescatarnos de nuestros vicios intelectuales, mira que buscar las causas de algo...
Y es que, ya lo dijo mi profesor de inglés de COU: "Pero no lo piense... ¡Dígalo!". ¡Qué sabio nuestro maestro!
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de septiembre de 2003