La tecnología Tempest (del inglés Transient Electromagnetic Pulse Emanation Surveillance Technology, tecnología de vigilancia de pulsos electromagnéticos) fue creada por el Gobierno de Estados Unidos en la década de 1950 cuando descubrió lo fácil que era alterar o robar información valiosa de los equipos informáticos y de comunicaciones que procesan datos secretos. El Gobierno norteamericano obliga a las entidades que procesan información clasificada a apantallar el material e instalarlo en zonas protegidas.
Hasta hace unos años, era una tecnología secreta, pero con mucha rumorología en Internet. Peter Wright, un ex espía de la agencia de inteligencia británica MI5, reveló en un libro cómo había usado esta tecnología para interceptar los mensajes de los funcionarios franceses durante las negociaciones para la entrada del Reino Unido en la Comunidad Económica Europea en 1960. Tempest se aplica con diferentes estándares en Estados Unidos y la OTAN. Defensa, policía, servicios de inteligencia, entidades financieras e industrias son algunos de los principales clientes.
Un fax impresora Ricoh, un PC de Blazepoint, impresoras de Getronics y Hewlett-Packard y monitores Philips son algunos de los numerosos equipos que actualmente están certificados con las normas Tempest. Las empresas instaladoras deben estar certificadas por las diferentes autoridades.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de septiembre de 2003