Emanuele Filiberto de Saboya utilizó ayer su recién conseguido derecho de entrada en Italia para casarse en pleno centro de Roma. El nieto de Víctor Manuel III, el rey que se alió con Benito Mussolini, contrajo matrimonio con la actriz francesa Clotilde Coureau, que tiene previsto dar a luz en diciembre a su primer hijo. La ceremonia se celebró en la iglesia de Santa María de los Ángeles ante 1.200 invitados, entre los que no figuraba ninguna testa coronada. El único representante de la realeza europea era Alberto de Mónaco, testigo del novio y hasta cierto punto corresponsable de la boda, porque fue quien en su día presentó a Clotilde, de 34 años, y Emanuele Filiberto, de 32. El retoño de los Saboya, consciente de que el prestigio de la familia lleva años lejos de su momento más alto, envió las invitaciones con sólo 15 días de anticipación: fue una forma de ofrecer de antemano una excusa para la no asistencia. Entre los ausentes se contaban el príncipe Felipe de Borbón y Alberto y Paola de Bélgica. El enlace, oficiado por el cardenal Pio Laghi, atrajo sin embargo el interés de la prensa del corazón, y fue retransmitido en directo y en rigurosa exclusiva por la televisión de pago Sky, del magnate australiano Rupert Murdoch.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de septiembre de 2003