Llorenç García, de 32 años, casado y vecino de La Fatarella (Terra Alta), falleció ayer en la central nuclear de Ascó (Ribera d'Ebre) al quedar totalmente enterrado por un corrimiento de tierras mientras trabajaba en la construcción de un muro de contención en el interior del complejo atómico.
El siniestro se produjo a las 18.30 horas, cuando, por causas desconocidas, sobrevino el corrimiento de tierras. Llorenç García quedó totalmente enterrado y Emeterio Llop, de 49 años y también vecino de La Fatarella, sólo sufrió heridas de carácter leve. En la recuperación del cadáver intervinieron los bomberos de la central y un dotación de los Bomberos de la Generalitat.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de septiembre de 2003