El visitante puede comprobar cómo funcionan los distintos tipos de freno e incluso puede activar las dinámicas células robotizadas de una factoría que pintan, montan o sueldan los coches. La exposición Ford: cien años de automóvil, inaugurada ayer el Museu de les Ciències Príncipe Felipe de Valencia, reúne también la primera unidad del Fiesta salida de la factoría de Almussafes y otros modelos más antiguos y modernos.
La exposición, que se clausura el 1 de febrero, muestra algunos de los avances del mundo del motor en el último siglo, al tiempo que permite a los visitantes participar en el proceso de fabricación de vehículos. Situada en una zona de libre acceso al público, la exposición, de tamaño medio, cuenta con tres áreas, una de las cuales está planteada como una microfactoría de la empresa y emula a una gran superficie de la multinacional automovilística.
Además, en la unidad de frenado, el público puede conocer con detalle el funcionamiento interno de los distintos tipos de freno, desde el tambor hasta el sistema ABS. Dos motores seccionados descubren al público cómo es su interior y cómo funcionan los pistones, bielas y el árbol de levas, entre otros mecanismos. Junto a ellos, se ha ubicado un turismo Ford Focus de bio-etanol, un vehículo preparado para funcionar con energía alternativa. La tercera sección recoge parte de la historia Ford y de su creador Henry Ford a través de grandes paneles. En 2003, la empresa ha cumplido 100 años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de septiembre de 2003