Francisco Javier Román Román, de 44 años, falleció el pasado día 21 en el hospital de Berga (Barcelona) horas después de que cuatro agentes de los Mossos d'Esquadra lo inmovilizasen tirándose encima de él y cubriéndolo con un colchón en el suelo. Sobre las seis de la tarde del día 20, el médico de guardia acudió al domicilio del fallecido en Cercs al ser alertado por la familia de que el hombre padecía una crisis de ansiedad, pero el paciente se opuso violentamente a someterse al tratamiento y el médico avisó a la policía.
Dos coches patrulla de los Mossos d'Esquadra con dos agentes cada uno acudieron al lugar e inmovilizaron al enfermo con el colchón. El médico pudo inyectarle el tranquilizante Diazepán. A los pocos minutos, según el atestado de la policía autonómica, el enfermo sufrió una parada cardiorrespiratoria y fue trasladado al hospital Sant Bernabé de Berga, dondé ingresó sobre las siete de la tarde. Los Mossos d'Esquadra aseguran que, según la autopsia, el fallecimiento se produjo "por inhibición" y que se descarta la asfixia como causa, así como la existencia de signos de violencia. Un juzgado de Berga investiga lo ocurrido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de septiembre de 2003