Lo mejor del lugar es su propietaria, Ernestina Velasco, fémina activa y dicharachera que pertenece a la Unión Española de Catadores (U.E.C.) y siente pasión por el vino. No en vano es oriunda de la Ribera del Duero y conoce los secretos de muchas bodegas, de las viñas y las barricas y botellas.
Es lógico que el frontal de su barra lo presidan las marcas de la semana, escogidas entre distintas procedencias y denominaciones de origen, que se ofrecen a los clientes por copas con independencia de su categoría. A la izquierda, sobre amplias pizarras, una inacabable relación de pinchos, tostadas y raciones que se pueden degustar al pie de la misma barra o bien en el comedor contiguo. Un espacio ruidoso y mal iluminado que no invita a permanecer mucho tiempo a pesar de que su cocina posee bastante talla.
Al mediodía siempre ofrece un menú (9 euros) que permite elegir entre varias opciones. Quizá pisto con huevos fritos, y sepia en su tinta con arroz blanco. Tal vez crêpes rellenas de verduras, y ventresca de bonito a la plancha. Todo depende del mercado. En la relación de pinchos y tostadas, mil opciones divertidas como la butifarra con huevos de codorniz, el queso de Arzúa con anchoas, la escalibada con melva, el atún rojo de Barbate ahumado o los espárragos trigueros con jamón.
Y entre sus especialidades, la cecina de León, las croquetas caseras con gambas, el bacalao con sepia, y el tartar de salmón y aguacate. Falla el servicio, insuficiente cuando el local se llena, cosa frecuente, y hay que revestirse de paciencia. Aún así merece la pena. Sobre todo por su lista de vinos, magnífica para un local semejante.
Taberna del Sarmiento. Hortaleza, 28. Teléfono: 91 531 15 71. Cierra sábados al mediodía y domingos. Precio: entre 20 y 30 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de septiembre de 2003