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Análisis:51º FESTIVAL DE CINE DE SAN SEBASTIÁN

En las cloacas

Qué tiempos estos en los que vivimos: hace un par de días, un impresionante documental americano, Capturing the Friedmans, de Andrew Jarecki, mostraba cómo se corrompe la justicia cuando hay de por medio una acusación de pedofilia lanzada contra un ciudadano y tomada como bandera por los medios de comunicación. Y ayer, la última, esperada y demoledora realización de Joaquín Jordá, Juego de niños, como la anterior incluida en la sección Eventos Especiales de Zabaltegi, vuelve a incidir en idéntico asunto: una trama de pedófilos, denunciada por la prensa barcelonesa en 1997, objeto de una apasionada campaña de linchamiento mediático, y puesta en tela de juicio, a su vez, por un libro imprescindible, Raval. Del amor a los niños, de Arcadi Espada. Del libro parte Jordá y, más aún que Jarecki, apunta con sus dardos en la dirección de los medios. El director, que logra la proeza inédita de capturar las imágenes reales del juicio para hacerlas su materia prima, va más allá que el americano, para ampliar su interés hacia otros asuntos: cómo se va construyendo una ciudad, de qué manera el caso Raval fue la espoleta usada por los políticos para sanear un sector importante de la Barcelona popular, el Barrio Chino, condenado a muerte por unos planes urbanísticos de diseño. Y de qué forma, y es éste uno de los aspectos más polémicos y espinosos del filme, actúa la justicia cuando ya los medios parecen haber dictado su sentencia.

En poco más de tres horas, el filme despliega una auténtica batería de preguntas, que la inteligencia de su espectador irá rellenando, en algunos casos, y en otros, desnudará sin piedad esta película polémica y necesaria, la enésima confirmación de la buena salud de la que goza el documental hispánico de hoy mismo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de septiembre de 2003