Lo que empezó como una broma acabó ayer con el lateral izquierdo del Deportivo, Enrique Romero, hospitalizado en una clínica de Pamplona, donde su equipo juega hoy contra Osasuna. Romero sufrió una mordedura de una víbora que sus compañeros habían recogido en la pista del aeropuerto de la capital navarra. La picadura le provocó una reacción alérgica en una mano, y el jugador tuvo que pasar la noche en el hospital sometido a observación médica.
Todo comenzó entre risas y chistes en la pista del aeropuerto. Un grupo de jugadores que caminaba hacia la terminal descubrió una pequeña víbora, de apenas 15 centímetros de longitud. El hallazgo arrancó la reacción festiva de los futbolistas, que entre carcajadas formaron un corrillo alrededor del animal. El utillero del equipo, Jesús Méndez, asió a la víbora por la cola, y el grupo se la llevó, a modo de mascota, hacia la terminal. En medio de las bromas y las carcajadas, Romero se acercó a la culebra y le mordió en una mano.
La picadura le provocó una reacción alérgica, y una vez en el hotel se decidió trasladar al jugador a la Clínica Universitaria de Pamplona. El médico del Deportivo prefirió que el defensa pasase la noche en el hospital en prevención de que la alergia pudiese ir a más.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de septiembre de 2003