Es muy triste ver cómo un asunto tan puntual como la manera de enfocar unas actividades en torno al acercamiento de Marte el pasado 27 de agosto se ha convertido en casi una "causa" contra la gestión del Planetario, un centro que de hecho es un referente nacional e internacional en la tarea de divulgar la astronomía y acercarla al público. Es lamentable, además, que algunas manifestaciones se hayan expresado, de forma insidiosa y falsa, en términos personales contra su directora.
El Planetario de Madrid es uno de los pocos grandes planetarios del mundo que son conocidos, y que van marcando los desarrollos que en este ámbito se producen. En la escala más cercana, la de las actividades al público, este centro ha sabido convertirse en un foro donde los profesionales de la investigación se acercan habitualmente a la gente, donde los cursos de iniciación a la astronomía han conseguido ser algo multitudinario, por no hablar de las campañas públicas de observación y de tantas otras ideas, como las conferencias y congresos o los conciertos de música bajo las estrellas, las exposiciones, las presentaciones de libros o su ritmo en la producción de nuevos programas audiovisuales. Afirmar ahora que en todos estos años no se ha hecho nada es incierto, pero sobre todo es terriblemente injusto.
La gran tarea del Planetario ha sido posible por la enorme dedicación de un equipo que, desde sus comienzos, ha tenido muy clara su responsabilidad en la labor que hacían. Y todo ello dirigido por una persona, Asunción Sánchez, a quien siempre hemos admirado los que nos dedicamos a la divulgación de la astronomía por su capacidad de ilusionarnos con sus proyectos. Su labor, además, es ampliamente reconocida en el ámbito de las asociaciones profesionales internacionales de planetarios, donde la señora Sánchez ha sido siempre la mejor representación de lo que hacemos en España.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de septiembre de 2003