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CARTAS AL DIRECTOR

Aznar, en la ONU

Extraña profesión la nuestra buscando los tres pies al gato donde no hay mayor complicación. Los politólogos nos dedicamos a recopilar datos y desentrañar las relaciones entre ellos porque pretendemos describir con rigor y, si es posible, explicar los fenómenos sociales y políticos que determinan nuestras vidas. Prueben ustedes a realizar una búsqueda sencilla en cualquier catálogo bibliográfico de la materia "terrorismo" y comprobarán que son muchos los estudiosos que se dedican a este tema y muchas las investigaciones que se realizan al respecto.

A punto como estoy de salir de la Facultad de Políticas, me encuentro con más preguntas que respuestas, con muchísimas más dudas que certezas. Me maravillo (es un decir) leyendo las declaraciones de Aznar en el foro de la ONU. Resulta que los terroristas son asesinos (gracias por sacarnos de dudas) y que no hay que indagar más allá. Resulta que los palestinos que estallan su cuerpo en un autobús israelí lo hacen porque son asesinos, malas personas, vaya. No importa nada el conflicto político subyacente.

No importan las causas, dice Aznar, sino los efectos. Parece que tratar de entender la complejidad te convierte en "cómplice", la palabra maldita. Ésa es la manipulación: simplificar los problemas y ofrecer soluciones tajantes y tranquilizadoras. Ellos son malos; nosotros, buenos. Pensamiento binario. Cuide sus compañías, señor Aznar.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de septiembre de 2003