El presidente de EE UU, George W. Bush, va a proponer al legislador republicano Porter Goss, de 65 años, como candidato a dirigir la Agencia Central de Inteligencia(CIA), ha informado hoy un portavoz de la Administración estadounidense. Goss, antiguo agente de la CIA, firmó una carta dirigida al anterior responsable de los servicios secretos, George Tenet, en la que criticaba duramente a Bush por invadir Irak con acusaciones basadas en información "fragmentada, circunstancial y llena de incertidumbres".
MÁS INFORMACIÓN
- Un informe de EE UU resta cualquier valor a los 'soplos' de desertores iraquíes
- Un iraquí muere en una refriega con tropas polacas en Hilla
- Irán desafía a EE UU al anunciar que mantendrá su programa nuclear
- Todo el comercio se convierte en contrabando en Irak
- Blair defiende su actuación en Irak al comenzar el congreso laborista
- Somos muchos los responsables de esta desastrosa guerra de Irak
- El jefe de los inspectores de EE UU baraja la hipótesis de que Sadam simulara tener armas
- Ashcroft se inhibe en investigación sobre la filtración del nombre de una agente secreto
- Bush elige al congresista republicano Porter Goss como nuevo director de la CIA
Bush quiere designar antes de las elecciones presidenciales de noviembre a un nuevo jefe de la CIA después de que George Tenet anunciase que abandonaba el mando de los servicios secretos "por razones personales". Goss, ex agente de los servicios secretos de EE UU entre 1962 y 1971, es actualmente presidente de la comisión de investigación de la Cámara de Representantes del Congreso norteamericano.
En una carta dirigida el año pasado a George Tenet, los máximos cargos republicano y demócrata en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Porter Goss y Jane Harman, con acceso ilimitado a los informes secretos del espionaje, aseguraban que el Gobierno de Bush invadió Irak con acusaciones basadas en información "fragmentada, circunstancial y llena de incertidumbres". Tras analizar miles de documentos secretos, Goss y Harman aseguraban que los servicios de espionaje no disponían de "información fresca" sobre Irak y se basaban en datos recabados antes de que los inspectores de la ONU salieran del país en 1998.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de septiembre de 2003