El escritor Jorge Semprún presidió anoche una velada celebrada en un teatro de París, contra la represión del régimen de Fidel Castro y en solidaridad con los derechos del pueblo cubano. "El pueblo permanece de rodillas delante de los fusiles, cuarenta años después; hora es de que los fusiles se pongan de rodillas ante el pueblo", clamó Semprún en un acto al que asistieron Pedro Almodóvar, con un cartel que proclamaba: "Cuba, sí; Castro, no", Fernando Savater, Edgar Morin y Catherine Denueve, entre otros.
La convocatoria, realizada por las entidades Reporteros sin Fronteras y Sin Visa, marcó una clara ruptura entre una parte de la intelectualidad de izquierdas y el régimen de Castro, pasando así del distanciamiento a la denuncia de los métodos represivos empleados por la dictadura.
El catalizador de todo ello ha sido el encarcelamiento de casi 80 disidentes y las ejecuciones sumarias de tres personas que intentaron llevarse un barco para marcharse a Estados Unidos. La mayoría de las detenciones se efectuaron en marzo, cuando estaba produciéndose la ocupación de Bagdad. "Fidel Castro se aprovechó de la distracción internacional sobre Irak para endurecer su régimen", dijo Semprún, quien desea que el rechazo se extienda por Europa.
La actriz Catherine Deneuve abrió la velada con la lectura de un texto de Fidel Castro, procedente de la época del triunfo de la Revolución Cubana, en el que aquel aseguraba que "confundir al pueblo tendrá las peores consecuencias". Intelectuales como Fernando Savater, Edgar Morin o el director de la redacción de Le Monde, Edwy Plenel, apoyaron este acto de solidaridad con el pueblo cubano, cuyos organizadores se preguntan por qué la izquierda ha tardado tanto tiempo en distanciarse del régimen castrista y por qué Castro sigue siendo un icono para algunos.
Los asistentes exigieron, además, medidas que humanicen la situación de los prisioneros políticos. Entre las víctimas de la represión se encuentra el poeta y periodista Raúl Rivero, sentenciado a 20 años de cárcel, cuya hija Cristina se encontraba anoche en París. Embarazada de dos meses, Cristina Rivero ha prometido no casarse hasta que su padre pueda asistir a la boda. En un momento del acto, la hija de Rivero preguntó cómo es posible que un poeta sea considerado por el régimen como un hombre capaz de dividir un país.
Tratados como "contrarrevolucionarios", la mayor parte de los sentenciados en la ola represiva de marzo lo fueron por "desestabilizar el Estado" porque comunicaban con el extranjero, a través de Internet. Parte del decorado de la velada de ayer estaba formado por una pila de máquinas de escribir, cada una de ellas con la sentencia pronunciada contra los periodistas y escritores condenados hace poco.
El acto se desarrolló entre fuertes medidas de seguridad y los que intentaron sumarse a última hora fueron rechazados por no haberse inscrito previamente. Para Semprún, la velada de París es el primer acto colectivo de intelectuales de izquierda contra el régimen castrista. Parte del exilio cubano criticó al viaje a Cuba del presidente de Brasil, Luiz Inazio Lula de Silva, que según la escritora Zoe Valdés no debe verse como un apoyo político a Castro. En todo caso, ese viaje se ha realizado en un momento de ruptura total entre Castro y la Unión Europea.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de septiembre de 2003