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La fiscal pide siete años para una mujer acusada de matar de un tiro a su esposo

María Vicent Belda, de 53 años, declaró ayer ante el jurado en el primer día del juicio en el que se la acusa de haber matado a su marido de un tiro el 7 de septiembre de 2002, en el domicilio familiar, en Aielo de Malferit. El fiscal pide para ella siete años de cárcel por un delito de homicidio al que aplica la legítima defensa. El letrado que representa a la acusada solicita la libre absolución.

María Vicent, vestida de luto, acompañada por dos hijos antes de entrar a la sala, estuvo en prisión tras ocurrir los hechos, ahora se encuentra en libertad. La fiscal explicó al jurado que María Vicent, a las 21.30 del 7 de septiembre de 2002 se encontraba en la cama cuando su marido entró en el domicilio. Según el testimonio de María, su marido, Juan José Aparici Juan, estaba algo bebido, "como otras veces, y entonces se ponía un poco violento". La fiscal relató que la pareja inició una discusión acalorada porque la acusada recriminó a su esposo la hora a la que había llegado. Fue entonces cuando Juan José fue al comedor y sacó de la caja fuerte una pistola semiautomática de nueve milímetros. Según la representante del Ministerio Público, la víctima zarandeó a la acusada y en un momento dado la mujer arrebató el arma a su marido efectuando un disparo que resultó mortal.

María, a preguntas de su abogado, dijo que entre ambos se produjo un forcejeo en la cama porque él se le tiró encima con el arma en la mano. Y agregó que en uno de los movimientos con los brazos, mientras él sostenía el arma, se produjo el disparo. Afirmó ante el jurado -formado por ocho mujeres y un hombre- que ella nunca tuvo el arma, que tras el disparo se la quitó a su marido de la mano y la tiro, que encendió la luz, fue al baño a por una toalla mojada que le puso a la víctima en la cabeza y salió a pedir auxilio.

La acusada dijo que "nunca había pasado nada entre nosotros por lo que yo quisiera matar a mi marido". Puntualizó además, que el origen de la discusión no se debió a que el fallecido "quisiera obligarla a tener relaciones sexuales".

El juicio se demorará, al menos, hasta mañana miércoles. En la vista no hay acusación particular contra María Vicent.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de septiembre de 2003