Al menos 20.000 comerciantes paralizaron ayer La Paz en el primer día de la huelga indefinida convocada por la Central Obrera Boliviana (COB) en oposición a la venta de gas sin consulta popular. Excepto el corte campesino de carreteras que, por décimoquinto día consecutivo, volvió a alterar el tráfico a Perú y Chile y una encendida manifestación contra la venta de gas en el turístico santuario de Copacabana, a orillas del Lago Titicaca, las actividades en el resto del país fueron normales.
Por su parte, el Gobierno boliviano calificó de "fracaso" la movilización. El viceministro de Gobierno (Interior), José Luis Harb, afirmó que la medida de presión sindical "es un absoluto fracaso" y "no ha parado nada en este país", aunque admitió que hubo algunas movilizaciones de diferente intensidad en algunas regiones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de septiembre de 2003