La titular del Juzgado de Primera Instancia número 6 de Barcelona acordó ayer la suspensión de la orden de desalojo de la Casa de la Muntanya, situada en el barrio de Gràcia, prevista inicialmente para mañana. La suspensión, de carácter temporal, se debe a que hay trámites del procedimiento judicial que están pendientes de resolución, como es el caso de los recursos presentados contra el desalojo.
Pese a la suspensión, la Asamblea de Okupas de Barcelona anunció ayer que mantiene el calendario de actos que tenía previsto para protestar contra este desalojo y los de otras tres casas ocupadas de Barcelona sobre las que pesa orden de lanzamiento. Entre estos actos figuran una manifestación prevista para esta tarde en el barrio de Gràcia y otra el próximo sábado en el centro de la ciudad a la que asistirán okupas de varias ciudades españolas y europeas, según miembros del colectivo.
La suspensión temporal de la orden de desalojo fue recibida con escepticismo por los habitantes de la Casa de la Muntanya. "No nos fiamos mucho, lo único que sabemos es que el jueves [mañana] no vienen a sacarnos, pero todo continúa igual, por lo que seguiremos estando alerta y mantenemos las movilizaciones porque la casa está amenazada pese a la suspensión", explicó ayer uno de los okupas del edificio.
La Casa de la Muntanya fue ocupada hace 14 años y es la más emblemática de la ciudad. Actualmente alberga a unas 20 personas, entre las que se cuentan familias con hijos pequeños. Desde que el pasado mes de julio el juzgado comunicó a los okupas la orden de desalojo, éstos han mostrado reiteradamente su negativa a marcharse y reclaman la titularidad del inmueble.
La Casa de la Muntanya, situada al pie del parque Güell, es un edificio de 700 metros cuadrados que fue construido a principios del siglo XX por encargo de la familia Güell. Posteriormente, ésta lo cedió al Ministerio de Defensa para que albergara un cuartel de la Guardia Civil. Fue utilizado como tal hasta 1983 y permaneció abandonado hasta la entrada de los okupas, en 1989.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de octubre de 2003