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El 'dalí' robado en la prisión de Rikers Island fue destruido

Es el último episodio de una aventura rocambolesca. Uno de los guardianes de la prisión neoyorquina de Rikers Island que el pasado marzo participó en el robo de un dalí, un dibujo al carboncillo que el pintor español donó en 1965, ha confesado que uno de sus cómplices, preso de pánico, destruyó el cuadro. Cuatro funcionarios que fueron detenidos en junio están siendo juzgados esta semana. Las penas podrían llegar hasta tres años de cárcel.

El robo se llevó a cabo durante una falsa alarma contra incendios. Uno de los guardianeslo sustituyó por una copia mediocre. Lo escondió primero en su coche y luego en casa de su madre, en Brooklyn. Pero enseguida se puso nervioso y decidió eliminar la prueba del delito. Otro funcionario que acostumbraba a rezar ante el cuadro notó que el marco dorado había cambiado: se notaban grapas que antes no existían, el dibujo no era el mismo.

Dalí dibujó el cuadro en 1965 para disculparse de una visita que había prometido a los presos y que finalmente no realizó. En menos de dos horas, el pintor trazó el esbozo de un Cristo en la cruz y lo dedicó. Permaneció décadas en el olvido, tras el sofá de uno de los responsables del centro, hasta que fue redescubierto y colgado en la entrada.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de octubre de 2003