Jesús María Caínzos, que había dimitido de vicepresidente del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) en julio pasado, presentó ayer su dimisión como consejero de la entidad en el consejo que celebró en Nueva York. La marcha de Caínzos, que alegó razones personales, aumenta la presión sobre Francisco González, presidente de la entidad, que todavía no ha nombrado sustituto para ocupar la vicepresidencia. El consejo aprobó un segundo dividendo a cuenta de 0,09 euros, el mismo que el repartido en julio pasado.
El consejo del BBVA reconoció y agradeció a Jesús María Caínzos su contribución al BBVA y le deseó éxito en sus nuevos proyectos profesionales, según un escueto comunicado de la entidad.
Caínzos fue nombrado consejero de Argentaria en 1998, a propuesta de Rodrigo Rato, actual vicepresidente primero y ministro de Economía, con el que mantiene una estrecha amistad. Antes de llegar al banco presidía la filial española de la farmacéutica Janssen. Tras participar de cerca en las negociaciones para la fusión con el BBV (octubre de 1999), Caínzos fue nombrado vicepresidente del BBVA. En el cargo le acompañaban Gervasio Collar y José Domingo Ampuero, ilustres representantes de las familias fundadoras del BBV, que tuvieron que dimitir tras el escándalo de las cuentas secretas.
La marcha definitiva de Caínzos ha sorprendido menos que su dimisión como vicepresidente, ya que en la entidad se daba por hecho de que, más tarde o temprano, se iba a producir su abandono. La situación actual abre un vacío en el máximo órgano de poder del BBVA y demuestra las tensiones internas que se viven en los últimos meses. El banco no ha nombrado sustituto por lo que el BBVA continúa sin vicepresidente, una situación que no agrada al Banco de España por la inestabilidad que podría crearse en el futuro. No hay que olvidar que el esquema directivo del BBVA ha sido modificado en tres ocasiones desde la fusión en 1999. En caso de fallecimiento de González, su sustituto debería ser nombrado por la mayoría del consejo.
De más a menos
Tanto dentro como fuera de la entidad se apunta a José Ignacio Goirigolzarri como candidato natural a este puesto, pero la tardanza en su nombramiento abre expectativas sobre la posibilidad de otros planes. En la presentación de resultados de junio, Goirigolzarri afirmó que estaba "encantado de ser consejero delegado" y negó los rumores que apuntaban malestar en la cúpula de la entidad. "Yo me llevo muy bien con el presidente. El equipo está relajado y tranquilo", afirmó.
La trayectoria de poder e influencia de Caínzos en el BBVA ha ido de más a menos. Tras la crisis de las cuentas secretas asumió el segundo nivel político en el banco, ya que presidía la Comisión de Riesgos, la más importante tras la Comisión Ejecutiva.
En junio del año pasado, Francisco González, afirmó que el nuevo código de gobierno de la entidad vasca ponía al máximo nivel de responsabilidades a la comisión de riesgos ya que "valorará la estrategia del banco y dirá si es adecuado o no la compra de una entidad, por ejemplo", afirmó. González reconoció que en manos de Caínzos estaba marcar las decisiones relevantes del banco.
Caínzos intervino en gran parte de los procesos relacionados con el consejo y las principales comisiones. Desde primavera el vicepresidente fue perdiendo poder en la estructura de la entidad, en un movimiento que fue interpretado por algunos ejecutivos como una prueba del alejamiento entre Rato y González. En esos momentos se estaba dilucidando el sustituto de José María Aznar como candidato a presidente de Gobierno por el PP. Algunos observadores apuntaron el acercamiento existente entre Mariano Rajoy, elegido a suceder a Aznar, y González, ambos gallegos.
El consejo aprobó el segundo dividendo a cuenta por un importe bruto de 0,09 euros, el mismo que el entregado en julio y que se pagará el 10 de octubre. El Banco se reafirma en su objetivo de distribuir un dividendo con cargo a los resultados de 2003 igual al dividendo pagado con cargo a los resultados del ejercicio 2002.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de octubre de 2003