La relación transatlántica -entendida según José María Aznar como el límite de "una Europa fuerte desde el punto de vista de la seguridad", y por Alexander Kwasniewski como el requisito de que "la seguridad europea no se plantee enfrentada u opuesta a la política de seguridad de la OTAN"- es la segunda cuestión importante que quieren trasladar a la Constitución Europea España y Polonia, dos países que integran un mismo destacamento, hoy bajo mando polaco, en Irak.
Su situación en este empeño de que la Carta Magna de la UE exprese con más claridad que el borrador de la Convención la vinculación permanente de la defensa europea a la Alianza Atlántica es menos solitaria que en el tema institucional. Reino Unido e Italia comparten la misma preocupación, que también alcanza a otros países menores europeos.
Tanto Aznar como Kwasniewski reiteraron su convicción común de que el terrorismo es la principal amenaza en el mundo actual, y combatirlo, la primera tarea. También se declararon "satisfechos e impresionados" por la actuación de la fuerza conjunta que han desplegado en Irak.
Kwasniewski dijo que los próximos meses serán decisivos para que se vean los efectos beneficiosos de esa operación "en términos de hospitales, escuelas o suministro de agua", y recomendó: "Tenemos que devolver Irak a los iraquíes cuanto antes".
Aznar, que a preguntas de un periodista reiteró su apoyo a George W. Bush en las próximas elecciones presidenciales estadounidenses, no quiso precisar más el anuncio hecho la semana pasada en Irak por el ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, de que España estudia tomar el año próximo el relevo del mando polaco en Irak, aun a costa de duplicar los efectivos españoles desplazados a la zona.
El cristianismo es el tercer punto de concordia hispano-polaca en vísperas de la Conferencia Intergubernamental. Los Gobiernos de ambos países quieren que la Constitución de la UE incluya una referencia a las raíces cristianas de la civilización europea, porque, según dijo ayer Aznar, "creemos que hay que explicar las raíces de las cosas". Irlanda e Italia apoyan esta pretensión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de octubre de 2003