El mayor juicio contra el movimiento okupa en España comienza hoy en Madrid. Cincuenta y una personas, detenidas en marzo de 1997 en el desalojo del centro okupa de la Guindalera, se sentarán en el banquillo de una sala habilitada especialmente para la celebración del macroproceso en el Juzgado de lo Penal número 8 de la capital.
La fiscalía pide unas penas de entre ocho meses y seis años de prisión, que sumadas superan los 300 años. Los cargos que se les imputan son los de delito de atentado, delito de desórdenes públicos y daños a la propiedad privada.
El abogado que defiende la causa de la mitad de los acusados, Endika Zulueta, considera que "no es una casualidad que el juicio se celebre seis años y medio después del desalojo. Se ha hipotecado gran parte de las vidas de estas personas, que eran en su mayoría jóvenes de entre 18 y 20 años cuando las detuvieron. Es un juicio contra unas ideas políticas".
Junto a Zulueta, otros 14 abogados defenderán a los imputados, en un proceso en el que están citados más de cien testigos. Está previsto que las declaraciones se prolonguen hasta el final del mes de octubre. En el desalojo de la Guindalera fueron detenidas un total de 158 personas, pero sólo 51 han sido finalmente imputadas.
Zulueta se mostró convencido de que la sentencia será "absolutoria", pero puntualizó que no se conforman con eso. "Debe quedar claro que los verdaderos culpables de esta situación son aquellos que favorecen la especulación inmobiliaria".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de octubre de 2003