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OPINIÓN DEL LECTOR

Un ejemplo a imitar

Resulta muy satisfactorio constatar que existen personas que ejercen su trabajo con gran dignidad. Nos referimos al doctor Juan Carlos Marlasca, que en el Ambulatorio de Plentzia está dejando un halo de humanidad y profesionalidad que asombra y entusiasma a cuantas personas hemos pasado por su consulta.

No sólo es competente y amable, que lo es, sino que, además, añade a esto una exquisita educación hasta el extremo de pedir perdón por retrasarse unos minutos en la cita previa, por el hecho de atender con esmero al paciente anterior. Que cunda el ejemplo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de octubre de 2003