Esperaban felices la salida de su vuelo en el aeropuerto de Santiago de Chile con su bebé de dos meses en brazos, un bebé recién adquirido por 15.000 euros, según fuentes policiales. Francisco Gil, de 49 años, y María Mateo Báez, de 42, invidentes y vendedores de cupones, pretendían ayer regresar a Las Palmas de Gran Canaria después de haber cerrado la operación, pero ambos fueron detenidos en el aeropuerto por la policía.
La supuesta compra del niño fue descubierta por una carabinera, Mariela Cordero Araya, que recordó haber ayudado a la pareja a desplazarse por la terminal aérea y a coger un taxi el día de su llegada a Chile, 1 de septiembre, día en que ningún bebé les acompañaba.
Ante las sospechas de que pudiera existir alguna anomalía, la policía Cordero condujo al matrimonio a las dependencias de la policía internacional del aeropuerto. Allí, los agentes comprobaron que los papeles de paternidad eran falsos. La documentación consistía en un permiso de la madre biológica del menor, quien autorizaba a los supuestos "padrinos" del niño a abandonar Chile en un vuelo de Iberia.
Según la policía, en un principio, la pareja argumentó que era su hijo, pero acabó reconociendo que habían entrado en contacto en España con un chileno que les facilitó la compra ilegal, hombre del que se sospecha pudiera formar parte de una red de tráfico de niños. El matrimonio, que solicitó en el pasado adoptar legalmente un niño en Chile sin éxito por no cumplir con los requisitos, está a la espera de comparecer ante un juzgado de Santiago. Entre tanto, el bebé ha sido trasladado al hospital Félix Bulnes de Santiago.
El cónsul de España en Chile, Ricardo Peydró Conde, afirmó ayer estar "convencido" de que el matrimonio fue "engañado" por su condición de invidentes. "Ellos estaban actuando de acuerdo a las formas, pero su condición de invidentes los convierte en víctimas fáciles", aseguró el diplomático, quien añadió que "este hecho demuestra que hay gente en Chile que se dedica al tráfico de menores".
El director de la Organización Nacional de Ciegos (ONCE) en Canarias, Gabriel Lisoaín, declaró ayer que la organización "ayudará en todo lo que sea posible" al matrimonio y "les respaldará en todo aquello que, sin transgredir la ley, lógicamente, sea posible".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de octubre de 2003