Me dirijo a usted para evitar que otras personas sufran la indefensión en la que me encuentro. El día 25 de octubre de 2002 fui a la oficina del Banco Popular, sita en la calle Constitución, 41, sucursal número 7, a retirar la cantidad de 18.000 euros; había avisado con anterioridad y cuando me hicieron entrega de la citada cantidad, tras una espera de 20 minutos, solicité un despacho donde poder contarla con privacidad, a lo que se me contestó que no había ningún sitio privado disponible donde yo pudiera contar mi dinero y me indicaron una mesa que había en un sitio de paso, y allí comencé a contarlo. En ese momento se me acercaron dos individuos y uno me preguntó si unos billetes que había en el suelo eran míos, a lo que le contesté que no. Mientras le contestaba, el otro aprovechó la ocasión para robarme la parte del dinero que llevaba contada, concretamente me sustrajo 8.000 euros, y salieron corriendo. Fui detrás pero no pude hacer nada. Además, el resto del dinero quedó encima de la mesa. Me quedé sorprendido ante la reacción del personal de la citada sucursal, ya que en el momento del robo no hicieron funcionar ningún mecanismo de seguridad, ni se inmutaron lo más mínimo, la directora se limitó a indicarme que pusiera la denuncia. ¿Hubiesen actuado así en caso contrario? De las cámaras existentes sólo se grabó la entrada, pero en el sitio en el que yo me encontraba o no había cámara o, si la había, no estaba operativa.
A pesar de que todo transcurrió dentro de la oficina bancaria, ésta no se hace responsable de lo ocurrido. Para que esto no le ocurra a nadie más, ahí van una serie de recomendaciones: Insistan en contar el dinero en la misma ventanilla, aunque les lleve tiempo; no confíen en las medidas de seguridad de la citada entidad bancaria, no están para proteger a los clientes, y no avisen con anterioridad de que van a sacar dinero, etc.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de octubre de 2003