EE UU presentó ayer al resto de los miembros del Consejo de Seguridad la nueva resolución con la que espera conseguir el respaldo económico y militar de la comunidad internacional a la ocupación de Irak. El borrador incluye algunos cambios propuestos por países como Francia y Alemania, partidarios de una rápida transición política, y realza el papel de la ONU en el proceso constitucional y electoral. Washington, apremiada por el tiempo, espera sacar el texto a finales de este mes, antes de la conferencia de donantes que se celebrará en la ciudad de Madrid.
Tras la semana de intensos contactos diplomáticos que mantuvieron en Nueva York el presidente George W. Bush y el jefe de la diplomacia estadounidense, Colin Powell, durante la Asamblea General, Estados Unidos ha "incorporado muchas de las sugerencias de otros países", dijo ayer el portavoz del departamento de Estado, Richard Boucher. "Hemos intentado responder al deseo de un calendario más rápido para poner en marcha el proceso político", añadió.
La nueva resolución propone crear una fuerza multinacional bajo mando estadounidense. Se refiere en varias ocasiones a la "soberanía iraquí" y pide a la coalición que transfiera "lo más rapidamente posible, siempre que se pueda, responsabilidades efectivas y sustanciales" al Consejo de Gobierno iraquí. Éste deberá presentar cuanto antes un "calendario para redactar una Constitución y celebrar elecciones". El texto insiste en "reforzar el papel vital de la ONU" y pide expresamente al secretario general, Kofi Annan, que asesore a los iraquíes durante su transición.
Boucher indicó que el nuevo texto respondía a las exigencias de gobiernos como el de Francia que han pedido un rápido traspaso de poderes al Consejo de Gobierno iraquí. Precisó que el nuevo borrador también contemplaba la creación de una fuerza multinacional, estrechamente vinculada a la evolución de la transición política en Bagdad.
Powell llamó ayer a los ministros de Exteriores del Reino Unido, Alemania y España para adelantarles la nueva propuesta. En Nueva York, el representante ante la ONU, John Negroponte, informó personalmente a los embajadores de los otros cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Washington prefiriría abreviar en lo posible las discusiones en la ONU para evitar los profundos enfrentamientos que dividieron al Consejo antes de la guerra y conseguir una votación antes de la conferencia de donantes que se celebrará en Madrid a finales de octubre. En esta conferencia, además, se intentará recaudar fondos por valor de 35.000 millones de dólares en los próximos cuatro años para la reconstrucción de Irak, siguiendo las recomendaciones de informes del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la ONU.
La resolución tiene como principal objetivo dar una cobertura legal a los países sondeados por EE UU para aliviar su esfuerzo de guerra, Turquía, India, Pakistán y Corea del Sur, que se han negado a participar en la ocupación de Irak hasta contar con un mandato de Naciones Unidas.
"Todo este proceso acabará con un traspaso de la autoridad y del poder a un Gobierno iraquí cada vez más responsable después de la celebración de unas elecciones", dijo Boucher. Pero el calendario no está nada claro. "Queremos que los iraquíes fijen sus propias fechas, porque es su futuro", añadió el portavoz.
La semana pasada, Powell avanzó un plazo de seis meses para redactar la Constitución. Hace unos días, el Consejo de Gobierno iraquí, que todavía no ha nombrado a los miembros de la comisión que se encargará de redactarla, echó un jarro de agua fría a previsiones tan optimistas al asegurar que el proceso podría tardar más de un año.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de octubre de 2003