El pasado 17 de junio denuncié ante la Policía Municipal el peligro que representaba la ausencia de protección en una arqueta que lleva abierta tiempo inmemorial en lugar tan transitado como es la acera de la plaza de Cánovas, justamente a las puertas del VIPS. Momentos antes el Samur había procedido a evacuar del lugar a una turista septuagenaria que se fue al suelo al introducir un pie en el boquete.
Cuatro meses después el problema no se ha remediado aún, con o sin Policía de Proximidad.Vamos a ver si en la repesca electoral alguien promete tapar este agujero recalcitrante.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de octubre de 2003