Tras siete meses de destrucción de empleo, la economía de EE UU fue capaz, en septiembre, de crearlo. El cambio de tendencia, más que la cifra en sí -57.000 puestos de trabajo-, reforzó al dólar y disparó al alza a los mercados financieros y, en particular, a los europeos. La noticia le supo a gloria al presidente George W. Bush, consciente de que el resultado de las elecciones de noviembre de 2004 dependerá de cómo se encuentre la economía y de cómo lo note la gente. Wall Street ganó un modesto 0,89%, aunque la mayor alza se produjo en Francfort, con el 4,34%.
MÁS INFORMACIÓN
El índice de desempleo se mantiene en el 6,1%, en contra de algunas previsiones que creían que iba a incrementarse en una décima con los datos de ayer. El Departamento de Trabajo anunció que el crecimiento por fin se nota en los contratos y que la creación de los nuevos 57.000 puestos de trabajo repercute en diferentes actividades y sectores, incluido el de las manufacturas, uno de los más afectados por la crisis reciente.
El apartado más dinámico vuelve a ser el de los servicios, seguido de la construcción, que no cede en intensidad. La buena noticia para el sector de las manufacturas fue relativa: en los 37 meses seguidos que lleva perdiendo puestos de trabajo, la cifra de septiembre supuso un descenso con respecto a las anteriores.
Una de las señales que mueve al optimismo es el incremento en las contrataciones temporales, porque se entiende que los empresarios tantean de esa forma en una situación de incertidumbre antes de lanzarse a los contratos permanentes.
Los empleos perdidos descendieron a 29.000, en contraste también con anteriores cifras. Y otro dato significativo: la revisión a la baja de los empleos destruidos en agosto: los cálculos hechos a partir de los sondeos en empresas arrojaron un balance provisional de 93.000 cuando, en realidad, fueron 41.000 los empleos perdidos.
También se conoció una revisión anual significativa que obliga a matizar los análisis: según Trabajo, la economía estadounidense podría no haber perdido 397.000 empleos entre marzo de 2002 y marzo de 2003, como consta ahora mismo en las estadísticas oficiales provisionales, sino 145.000.
Recuperación firme
Otros datos que afianzan, aunque con cautela, la impresión de que la recuperación pisa por fin terreno algo más firme: la media del número de horas trabajadas semanalmente durante el mes de septiembre experimentó un incremento (de 40,2 a 40,4), igual que las horas extras, que pasaron de una media de 4 a la semana en agosto a 4,2 en septiembre.
Los analistas, que habían coincidido en el pesimismo a la hora de pronosticar los datos de ayer, resaltaron la posibilidad de que se haya llegado a una fase significativa en cuanto a la repercusión del crecimiento en el mercado laboral. "Potencialmente, es la clave del antes y el después", declaró a AP Joel Naroff, para añadir: "Esto es lo que necesitamos para crear la confianza, tanto en los consumidores como entre los empresarios, de que estamos ante una recuperación auténtica". Otro analista, Kevin Logan, coincide en sus declaraciones a Bloomberg sobre la importancia de que el mercado del empleo reaccione por fin, frente al escepticismo que había -y que aún no se ha disipado- sobre la firmeza real de la recuperación.
Francfort ganó el 4,34%
El índice Dow Jones afianzó sus avances por tercer día consecutivo y cerró ganando un 0,89%, aunque llegó a tener una ganancia de más de 1,6% durante la sesión. El Nasdaq también reaccionó positivamente y acumuló una ganancia del 2,42%, mientras el dólar se reforzó frente al euro. El efecto se hizo mucho más patente en las bolsas europeas, que, tras iniciar una sesión anodina de suaves alzas, terminaron por disparar sus ganancias. La Bolsa española cerró con un alza del 2,36%, París ganó el 3,24% y Londres el 1,54%. Pero fue Francfort, que comparte más tiempo con el mercado neoyorquino, la más revalorizada, con el 4,34%.
Bush, que desde que llegó a la Casa Blanca, en enero de 2001, ha visto cómo desaparecían casi tres millones de empleos tiene especiales motivos de alivio, aunque su portavoz, Scott McClellan, aseguró que la satisfacción del presidente no es completa "porque todavía son muchos los que están buscando trabajo". La precampaña electoral de los candidatos demócratas se basa tanto en los errores cometidos en Irak como en la situación del mercado de trabajo.
El presidente aprovechó para explotar las cifras del Departamento de Trabajo en una reunión con responsables de pequeñas empresas en Milwaukee. "Las cosas van a mejor, pero todavía hay mucho que hacer", dijo el presidente, que concretó en el sector más perjudicado por la recesión: "Tenemos un montón de manufacturas que están en situación de estancamiento".
La cifra revisada de crecimiento de EE UU en el segundo trimestre del año situó el PIB en el 3,3%, un notable salto adelante -más del doble- con respecto a la cifra del primer trimestre. Las predicciones para el tercer trimestre son que el motor del consumo privado y del gasto de las empresas situará el crecimiento entre el 4% y el 5%, y que ese nivel se mantendrá hasta finales de 2003.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de octubre de 2003