La libertad tiene su duende es el nombre del espectáculo-homenaje a Paco Ibáñez con el que hoy se inaugura el VIII Festival Internacional Madrid Sur (FIMS) y en el que intervendrán, junto al cantante, los actores Juan Diego, Rosana Pastor, José Sacristán, Mercedes Sampietro, Juan Gea, Mercedes Lezcano y los músicos Pablo Guerrero y Luis Pastor.
Un acto que se celebrará en el Teatro Jaime Solom de Parla, uno de los cinco municipios del sur de la Comunidad de Madrid en los que se celebra este festival hasta el próximo 8 de noviembre. Con guión de José Monleón y del propio Ibáñez, el espectáculo ofrecerá poemas de García Lorca, Alberti, Espriu, Miguel Hernández o Blas de Otero. Paco Ibáñez (Valencia, 1934) interpretará canciones nuevas con textos del Arcipreste de Hita y Alfonsina Estorni, además de una canción en euskera (su madre y su abuela eran vascas), dedicada a Julio Medem y su película La pelota vasca.
Siempre se le ha definido como cantautor, aunque toma prestada la voz de numerosos poetas, con algunos de los cuales mantuvo una profunda amistad como Alberti y sobre todo José Agustín Goytisolo, al que considera el poeta cumbre de la generación de los cincuenta: "Que me llamen como quieran", dice, "lo único que me importa es cantar canciones y que la gente las haga suyas. Luego, si quieren, que averigüen de quién son o quién soy yo".
Ibáñez no cree que la figura del cantautor comprometido esté amenazada de extinción: "Mi oficio no ha ido a menos, es como si dijera que el mar se ha ido, es la gente la que se aleja del mar, y en este caso el alejamiento se ha producido por pereza mental, por intoxicación, por anestesia social... son muchos los factores que intervienen para que en un momento dado la sociedad se vaya para abajo. Hoy estamos en el dame pan y llámame tonto, en el punto más bajo que se puede imaginar uno, pensábamos que este país iba a recuperar su cultura, su ilusión, su carácter, su personalidad y resulta que lo han vuelto a aplastar".
No le gusta hablar de homenajes: "Es un encuentro de amigos, nada de homenaje, es un acto para blandir la espada de la cultura, para intentar que la gente reaccione". El cantante incluso confiesa que saldrá a cantar los temas emblemáticos de su repertorio -como A galopar, de Alberti- con más rabia que cuando los lanzaba como arma contra el franquismo: "Entonces el enemigo estaba muy claro, aunque ahora también empieza a estarlo... se están desenmascarando, el bushman de La Moncloa está convirtiendo España en algo asfixiante, lo que está haciendo es un ejercicio de ordinariez, convertir nuestro país en un campo de bellotas, logrando la inexistencia cultural, lo que significa la inexistencia del ser humano, y lo terrible es que no hay una voz social que grite, alerte y nos haga reaccionar". Y añade: "porque también hay una responsabilidad en la ciudadanía que elige más telebasura, más Operación Triunfo y más fútbol".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de octubre de 2003