En los últimos días he podido leer que la Generalitat multiplicó por tres el gasto en publicidad institucional durante el ejercicio 2002. Lo peor es que, según parece, en los meses que llevamos de 2003 ya ha multiplicado el gasto por siete. ¿Alguna otra partida en los presupuestos ha tenido un crecimiento semejante? A buen seguro, la política de comunicación de la Generalitat podía mejorarse, pero ¿era una prioridad? ¿Cataluña necesitaba ese ingente incremento de gasto en publicidad? Quizá lo necesitaba CiU, pero en ese caso ellos mismos deberían costearselo.
Alguien dirá que todo es normal y legal. Puede. En radio y televisión aparecen gran cantidad de anuncios publicitarios sobre best sellers escritos por políticos que están a punto de perder el control del gobierno. Espero que así sea. Por ética y por política.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de octubre de 2003