Si bien nuestro país no destaca por estar en la vanguardia de la investigación, no cabe duda de que hay diversas entidades que realizan estudios de gran calidad en distintos ámbitos. Una de ellas, a pesar de no ser su principal dedicación, es el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), una empresa que lleva ya años demostrando su valía en todo aquello que le incumbe. Tanto es así que los elogios acostumbran a ser inmediatos al fin de la mayoría de los grandes eventos deportivos que ha gestionado. En esta ocasión, quiero mostrar mis dudas en referencia al análisis publicado en EL PAÍS el viernes 19 de septiembre sobre el estudio de la peligrosidad de las carreteras catalanas elaborado por el RACC, según el cual un tercio de ellas presentan un "elevado riesgo" de accidente. Tal información parece acercarse a la realidad si tenemos en cuenta la gran cantidad de trágicos accidentes que aparecen en la gran pantalla a través de los telediarios. Pero ¿cómo puede hablarse del tramo Arbúcies-Sant Hilari como el tramo más seguro (GI-550) de la red viaria catalana? Basta con tomar esta carretera en cualquiera de las dos direcciones para observar su peligrosidad, sobre todo teniendo en cuenta la gran cantidad de tráfico de camiones de gran tonelaje que transitan por ella debido a los focos industriales de la zona. Aunque se han realizado algunas reformas, sigue siendo aún una vía con numeroas curvas sólo del agrado de los motoristas de fin de semana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de octubre de 2003