Los secretarios generales de los tres principales sindicatos italianos, CGIL, CISL y UIL, confirmaron ayer el llamamiento y la fecha de la huelga general de cuatro horas para el próximo 24 de octubre como señal de protesta contra la reforma de las pensiones acometida por el Gobierno de Silvio Berlusconi.
Según el secretario general de la UIL, Luigi Angeletti, la reforma del sistema de pensiones que propone el Gobierno "no sólo es injustificada sino también inaplicable", por lo que considera que la huelga es "necesaria e indispensable".
Por su parte, el líder de la CGIL, Guglielmo Epifani, advirtió de que los sindicatos "estamos preparados para continuar con la movilización por todo el tiempo que sea necesario para hacer cambiar de idea al Gobierno". En este sentido, el máximo responsable del CISL, Savino Pezzotta, señaló que "no excluimos una gran manifestación", si bien precisó que "todo depende del comportamiento de la otra parte". No obstante, advirtió de que los sindicatos "no nos limitamos a terminar el partido con la huelga general".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de octubre de 2003