Organizaciones agrarias, cooperativas y partidos de la oposición han coincidido en rechazar radicalmente el nuevo acuerdo agrícola entre la Unión Europea y Marruecos que se quiere cerrar en los próximos días. Para el conjunto del sector, supone un compromiso que perjudica a los productores españoles de tomate, mientras beneficia a los cerealistas franceses.
En el conjunto de las producciones agrarias cuyos intercambios se contemplan en este acuerdo, el tomate ocupa un lugar preferente por el interés de Rabat en aumentar sus exportaciones y por su impacto negativo sobre los cultivadores españoles. Por el acuerdo actual, Marruecos exporta 168.757 toneladas entre los meses de octubre y mayo. Con el nuevo acuerdo, esa cifra aumentaría a 175.000 toneladas fijas con una cantidad adicional de 15.000 toneladas el primer año, 25.000 toneladas el segundo año, 35.000 en tercero y 45.000 el cuarto año hasta 220.000 toneladas con un precio de sólo 46,1 euros por 100 kilos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 6 de octubre de 2003