Se acercan las elecciones a la Comunidad de Madrid, que se celebrarán el próximo noviembre, y parece que realmente no ha cambiado absolutamente nada en esta región: El candidato del partido socialista Rafael Simancas sigue con su programa, al igual que Esperanza -que curioso nombre- Aguirre, candidata del Partido Popular, y el de Izquierda Unida, Fausto Fernández.
Pero en el futuro más cercano hay una voz que no llegan a oír estos señores y señoras bien vestidos y bien adoctrinados, para decir y hacer y pedir lo que se les ordena.
Qué habrá sido de aquellos políticos que no tenían todo preparado y que improvisaban, que escuchaban a la gente de la calle. Sólo nos quieren, y mucho, estos días anteriores y previos a las elecciones.
¿Qué pasará en el mes de enero, cuando el sonido de las sillas en los despachos esté ya adjudicado? ¿Qué será de nosotros, los que nos levantamos por la mañana para ir a trabajar para vivir y disfrutar? En este enero próximo habrá algo que no cambiará: seguirán insultándose los candidatos Rafael Simancas, Esperanza Aguirre y Fausto Fernández...
Pero esta vez será diferente. El día 26, los colegios estarán desiertos. La gente disfrutará del campo, de la naturaleza, de los hijos, de los padres, de los amigos; en fin, de todo lo que de verdad nos importa y nos satisface plenamente. Es curioso, pero si los políticos no existieran, qué paz habría en el mundo,
Por la democracia, abstención. Cambiemos todos esta política basura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 6 de octubre de 2003