No se si intencionadamente o no, Julio Medem desde La pelota vasca emite los siguientes mensajes: 1. El llamado problema vasco impregna de tal manera a esta sociedad desde hace tanto tiempo que, todavía a día de hoy, su solución es una de las principales preocupaciones de la mayoría de los ciudadanos que vivimos aquí.
2. Hay responsables de todas las ideologías dentro y fuera de la sociedad vasca que en mayor o menor medida no ayudan a resolver el problema, pero ninguno de estos pertenece al grupo de los llamados nacionalistas moderados que, a pesar de haber sido víctimas desde el principio, han estado siempre dispuestos a solucionarlo de manera democrática.
Llama la atención que los promotores de tanta apelación al diálogo y a mirar virginalmente la situación, previamente no hayan sido capaces de llegar a un acuerdo con los que iban a participar en la película y luego no lo hicieron, para que efectivamente colaboraran y que, no siendo así, se decidieran a seguir adelante con el proyecto, aún sabiendo que iba a quedar claramente escorado.
Y otra cosa: ¿porqué esa insistencia en enmarcarlo todo sobre fondo de vacas, ovejas, brumas, sirimiris y arrastre de piedras, redundando en el tópico del paisaje del pais imaginario?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de octubre de 2003