Es evidente que, con la consolidación de la autonomía y de las instituciones de autogobierno, el Día de la Comunidad Valenciana se ha convertido en una festividad cívica interiorizada por las instituciones, partidos políticos y el conjunto de la sociedad civil. Hace veintiún años aprobamos el actual Estatuto de Autonomía y abríamos una nueva etapa de nuestra historia colectiva. Hoy, después dos décadas, podemos valorar con un mínimo de perspectiva histórica lo conseguido y las nuevas necesidades. Hoy contamos con una democracia y un autogobierno consolidados. Ahora bien, después de veinte años de autonomía política no sólo hemos podido comprobar las fortalezas de nuestro Estatuto sino también sus limitaciones ante una realidad que, por otro lado, ha cambiado profundamente en este tiempo. Hay que tener en cuenta que, cuando aprobamos el Estatuto de Autonomía de 1982, ni España formaba parte de la Unión Europea, ni la misma Unión existía, los fenómenos de globalización cultural y económica no eran realidades imaginables y tampoco existía conciencia colectiva en torno a nuevos derechos y deberes ciudadanos que hoy nos parecen evidentes.
Aún más, el ejercicio de nuestra autonomía ha puesto de manifiesto que el funcionamiento y control público de algunas de nuestras instituciones de autogobierno debe ser perfeccionado para aumentar su eficacia y transparencia pública; mientras, se han creado instituciones como la Acadèmia Valenciana de la Llengua que tenemos la obligación de incorporar al Estatuto.
En consecuencia, los socialistas valencianos consideramos necesaria una reforma del Estatuto de Autonomía que tenga un doble objetivo: primeramente, fortalecer y mejorar el funcionamiento de nuestras instituciones de autogobierno, y, en segundo lugar, ampliar el sistema de garantías de los derechos civiles y sociales para mejorar los niveles de bienestar de los ciudadanos, evitando como ocurre ahora que su aplicación dependa de la iniciativa particular y arbitraria de la administración.
En este sentido, los socialistas confiamos en que el PP será capaz de superar sus contradicciones internas entre quienes, como el President de la Generalitat expresan su voluntad de reformar el Estatuto; aquellos que, como el señor Zaplana desde Madrid, se oponen a la mejora de la autonomía valenciana; e, incluso, los que para desviar la atención de sus propios problemas internos provocan debates estériles en la sociedad valenciana
En resumen, los socialistas deseamos que el próximo 9 d'Octubre sea de nuevo una festividad ciudadana pacífica y cívica, en la que, además de la normalidad democrática, celebremos que hemos avanzado en una reforma de nuestra autonomía que dé respuesta a las necesidades de los valencianos.
Joan Ignasi Pla es secretario general del PSPV-PSOE.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 8 de octubre de 2003