Las trampas electorales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante los siete decenios en que fue régimen crearon en México una cultura del fraude que comienza a ser castigada. El Instituto Federal Electoral (IFE) multó con 32,2 millones de dólares al gobernante Partido Acción Nacional (PAN) y con 18 millones de dólares al Partido Verde Ecologista (PVEM), su aliado hace tres años en la Alianza por el Cambio, por haber ocultado nueve millones de dólares de la financiación de su candidato, Vicente Fox, en las históricas generales del 2 de julio de 2000.
El dictamen, que concluye una investigación de tres años, contenida en un expediente de 5.000 folios, no observa causas de nulidad en la victoria del actual presidente. El 90% del dinero escamoteado a la inspección del IFE fue recaudado por la agrupación civil Amigos de Fox, que creó un fideicomiso para ingresar y manejar los fondos indagados. "Lino Korrodi es amigo de Fox, no del PAN", protestó Germán Rodríguez, dirigente parlamentario del oficialismo, al conocer la multa impuesta a su partido. Así es, pero el IFE juzga a partidos y alianzas electorales, y el PAN quedó uncido con Amigos de Fox en un objetivo común: la victoria de ex gobernador de Guanajuato.
Lino Korrodi encabezó la agrupación origen de las pesquisas, en cuya directiva figuraba el propio Fox. Fue creada en el año 1998 para promover e imponer la candidatura del ex gobernador contra el criterio de los sectores más doctrinarios del PAN, opuestos a la nominación del ranchero por su heterodoxia. En septiembre de 1999, este partido conservador se plegó a la popularidad del ex ejecutivo de Coca-Cola en las encuestas y acabó asumiéndolo como su candidato. Nació después la Alianza por el Cambio (PAN-PVEM), a la que el IFE endosa siete delitos electorales.
El desmarque del PAN, cuyos portavoces afirmaron no haber conocido las operaciones recaudatorias de Amigos de Fox, no anuló su responsabilidad legal ante el IFE, ni impidió la multa, comunicada el lunes por la Comisión de Fiscalización del organismo autónomo. Puede ser apelada y aún debe ser ratificada el viernes por el Consejo Federal del IFE. "No se investigó a fondo", afirmaron los dos consejeros que se abstuvieron. Los otros cuatro votaron a favor.
Las trampas fueron compartidas por los dos principales partidos de México. El pasado mes de marzo, el IFE condenó al opositor PRI a una multa de más de 90 millones de dólares tras demostrarse que su candidato en las generales de 2000, Francisco Labastida, derrotado por Fox, recibió ilegalmente más de 45 millones del sindicato de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), controlado por el priísmo. El monto de los desvíos habría superado los 200 millones de dólares, según las investigaciones. El PRI ha comenzado a hipotecar propiedades para pagar la sanción.
El IFE señala que el candidato Fox "estuvo en aptitud" de conocer las irregularidad cometidas en su beneficio. La Alianza por el Cambio violó los topes de gastos, aceptó aportaciones individuales que superaban los límites establecidos, retrasó la entrega de recibos de donaciones y recibió dinero de empresas y particulares que no identificó, ni comunicó al IFE. Una de las partidas llegó de cuentas bancarias en Estados Unidos, o sea del extranjero, práctica prohibida por la Constitución.
Bolsillos particulares
El PVEM argumentó que su alianza con el PAN fue sólo política. "Se busca fulminar nuestra institución política", protestó en un comunicado. Tras romper con el oficialismo, por supuesto incumplimiento de los compromisos adquiridos, el PVEM se alió con el PRI en las elecciones legislativas celebradas el pasado 6 de julio. Alonso Lujambio, presidente de la Comisión de Fiscalización del IFE, explicó que "no es una multa minúscula, sino justa, pues se ajusta a las faltas cometidas y no creo procedente imponer otras sanciones".
Los consejeros Jaime Cárdenas y José Barragán se abstuvieron en la votación porque las averiguaciones a fondo, arguyeron, exigen más tiempo. Sospechan que sólo se ha descubierto la punta del iceberg. Cárdenas lamentó que nunca fueran llamados a declarar personajes claves como el ex presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Eduardo Fernández, o Carlota Robinson, identificada como una de las operadoras de Amigos de Fox. El propio Korrodi evitó comparecer mediante sucesivos amparos judiciales. Fuentes conocedoras de las investigaciones apuestan a que en el caso del PRI y de Amigos de Fox parte del dinero fue a parar a bolsillos particulares.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 8 de octubre de 2003