La boda del príncipe heredero de Dinamarca, Federico, y la hasta ahora ciudadana australiana Mary Donaldson tendrá lugar el 14 de mayo del año entrante en la catedral de Copenhague. El anuncio oficial lo formuló la casa real danesa en el día de ayer después de que la reina Margarita y el Folketing (Parlamento) otorgaran la autorización correspondiente. La familia real, incluida la futura princesa heredera Mary, que tal será el título nobiliario que ostentará, saludaron desde los balcones del palacio de Amalienborg, en el centro de Copenhague, a los miles de ciudadanos daneses que se habían concentrado en el lugar. Federico, de 35 años, es una persona muy querida entre sus súbditos y ha compartido con el ex futbolista Michael Laudrup el privilegio de ser nombrado Hombre del Año en más de una ocasión. Cuando el mes pasado se anunció la formalización del noviazgo, los daneses dieron un suspiro de alivio, ya que por fin la ruleta amorosa que había caracterizado la juventud de su príncipe había apostado al número ganador. Mary Donaldson deberá solicitar ahora la ciudadanía danesa para tener sus papeles en regla antes de la boda. Esta circunstancia ha suscitado imnumerables protestas de daneses, que, en virtud de las duras leyes discriminatorias sobre emigración implantadas por el actual Gobierno de Anders Fogh Rasmussen, no pueden vivir en su país con extranjeras con las que se han casado. Exigen ser tratados igual que Mary.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de octubre de 2003