Escribe un vecino de la barriada de Triana que vive en la segunda plaza más grande de la capital andaluza y no da crédito de la pésima gestión de su alcalde con reiteración y alevosía. La plaza Pedro Santos Gómez, que así se llama la sita a dos manzanas de la famosa capilla del Cachorro, lleva sin ser limpiada casi dos años, siendo un espacio público de nueva construcción. El viento es nuestro barrendero y la acumulación de residuos varios es indecente e insalubre. Indigna por los impuestos que pagamos a cambio de ningún servicio, baratitos les salimos al Ayuntamiento..., e insalubre porque es zona de familias jóvenes con niños en edad de jugar en zonas seguras, cuyo mayor peligro es la infección de su plaza. La ironía, provocación o insulto, juzguen ustedes, es que hace dos semanas una banda municipal vino a amenizarnos la velada con piezas hermosas de música clásica y tradicional sumidos en una plaza llena de mierda, con perdón. La armonía de la buena gestión va de lo cotidiano a lo exquisito y nunca al revés. Si no estamos limpios tenemos un obstáculo serio para elevarnos ante tanta belleza acústica. Seriedad y soluciones urgentes, señor alcalde, en ello le va la dignidad y el voto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de octubre de 2003