La vicesecretaria del PSOE-A, Mar Moreno, calificó ayer como una "anomalía más" que Cajasur no haya aceptado la renuncia de los representantes de la Diputación de Córdoba en el Consejo de Administración y la Comisión de Control de la caja cordobesa. Esta renuncia fue formalizada por Francisco Cárdenas (IU) y María Porcel (PSOE), respectivamente, en julio pasado, ya que ambos partidos no estaban de acuerdo con la designación realizada para esos puestos por la Asamblea de la entidad, controlada por Miguel Castillejo.
Los nuevos estatutos de la entidad, aprobados por el Ministerio de Economía y recurridos por la Junta, otorgan a la asamblea la designación de los representantes políticos, algo que no ocurre en ninguna caja andaluza. Este sistema de nombramiento otorgó al PP toda la representación de las corporaciones locales en los mencionados órganos, a pesar de que gobierna en una mínima parte de los municipios de la provincia. Por el mismo sistema, la asamblea revocó al candidato propuesto por la Diputación para el Consejo de Administración, Antonio Fernández Poyato, anterior vicepresidente y principal opositor a la gestión de Castillejo.
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Caso inédito
Moreno habló ayer de "esperpento" y de "caso inédito" en la decisión de Cajasur, ya que "no se conoce otro organismo ni institución donde las dimisiones no tengan validez". "Este es un paso más dentro de un proceso totalmente anómalo", recalcó. El secretario provincial del PSOE, José Antonio Ruiz Almenara, consideró que la medida "juega con la libertad individual de cada persona". Apostilló que se trata de "un ejemplo más del modelo de gestión que intenta imponer Cajasur". El responsable socialista entiende que la dirección de la caja "sólo quiere personas en sus órganos de dirección que digan que se dediquen a decir que sí a todo y a cobra su dieta".
La entidad de ahorro justifica su decisión en que las renuncias de ambos representantes condicionaban la potestad de la asamblea para elegir a los miembros de sus órganos de dirección. Los nuevos estatutos de la caja recogen que, en caso de renuncia de algún representante en los órganos de dirección, los suplentes ocuparán sus puestos, en este caso, la suplente de Francisco Cárdenas era la socialista María Victoria Fernández, mientras la María Porcel era Francisca Lozano (IU).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de octubre de 2003