El candidato del Partido Popular a la presidencia de la Generalitat, Josep Piqué, aseguró ayer que ni él ni su partido se oponen por principio a la reforma de la Constitución y de los estatutos, sino que lo hacen por la forma en que se plantea: "Si el debate se planteara en términos de adaptaciones concretas y buscando el consenso que tuvieron la Constitución y el Estatut [en 1978 y 1979], es obvio que el sentido común nos dice que deberíamos entrar [en el debate]", afirmó el líder regional del PP.
Pese al matiz, Piqué, quien visitó una escuela taller de Barcelona que ocupa a 600 discapacitados, reiteró su oposición a la reforma: "Por desgracia, lo que se está planteando son reformas y nuevos estatutos que obligarían a rehacer la Constitución de arriba abajo". Y añadió: "El día en que no haya intentos de cargarse el espíritu constitucional probablemente podremos hablar con serenidad y tranquilidad de las cosas que se pueden adaptar".
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Piqué se comprometió ayer a impulsar la creación de una comisión parlamentaria sobre discapacidad para promover mejoras para este colectivo. También defendió eliminar en una legislatura las barreras que los discapacitados encuentran en el transporte público y los centros educativos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de octubre de 2003