La película La vendedora de rosas, del director colombiano César Gaviria, sobre la vida de los niños de la calle de Medellín, se paseó en los años noventa por los principales festivales de cine cosechando premios y logrando las mejores críticas en San Sebastián, La Habana, Puerto Rico o Denver. La historia, basada en el cuento La vendedora de cerillas, de Hans Christian Andersen, mostraba la miseria de los niños de la calle, que mueren de hambre en una ciudad controlada por narcotraficantes, paramilitares y guerrilleros. El reparto estaba compuesto por niños de las barriadas de Medellín y lo encabezaba Lady María Tabares, que cuando rodó el filme en 1993 tenía sólo 12 años y cuya naturalidad en la pantalla causó tal impacto que fue nominada para la Palma de Oro de Cannes. Logró algunos papeles más en el cine y algún dinero que pronto gastó en drogas y, como la mayoría de sus compañeros de La vendedora de rosas, regresó a la calle. De aquellos actores pocos quedan con vida. Ahora, a los 21 años, Lady María Tabares ha sido condenada a 26 años de cárcel junto a Edison Castañeda -su novio y padre de uno de sus hijos- por el atraco y asesinato de un taxista en agosto de 2002. Cuando salga de la prisión tendrá 47 años.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de octubre de 2003