MATEO FORMA parte de la minoría de arquitectos que han pasado con éxito de la teoría a la práctica. "Históricamente, hasta hace 30 años, no existía esa dificultad. Quien hablaba y escribía de arquitectura era quien la construía. Hoy la teoría desaparece debido al papel de los medios de comunicación. La reflexión arquitectónica ya no pertenece a los círculos internos de los arquitectos, ha pasado a interesar a los ciudadanos. Por eso ocupa páginas de periódicos. Yo fui un arquitecto sin obra y con biblioteca, por eso me hice crítico. Para mí fue importante analizar, me preparó para construir. Pero abandoné la crítica sin trauma alguno cuando comencé a construir. En la revista Quaderns, que dirigí durante 10 años, hablaba de la arquitectura de vanguardia que me interesaba y ahora voy siendo capaz de construir lo que me interesa, aunque la mejor obra de uno sea la que todavía no ha hecho".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de octubre de 2003